Hoy
quisiera hablar de los límites, de las circunstancias adversas en
nuestro diario caminar; nuestra llamada Vida.
Quién
no se ha desanimado y querido bajar los brazos, aislarse de todo y de
todos o viajar muy lejos; a mí me ha pasado en muchas ocasiones,
hasta llegar al punto de querer huir de mis propios pensamientos que
constantemente me llamaban a salir de esa situación pero que por
otro lado me decía quédate así, como si me gustase sentir
desalentada, teniendo conciencia de lo que podría hacer para
levantarme pero sin fuerzas para lograrlo.
Es
en este punto al que deseo llegar; tenemos tantos motivos para hacer
un alto y sumirnos en una soledad victimizada de nuestro yo y aquello
que no podemos lograr pero sin percibir nos estamos perdiendo de
tantas cosas, estamos desaprovechando tal vez oportunidades valiosas
de demostrar que somos más de lo que pensamos o de lo que nos dicen,
nuestro ser no está ligado al ambiente que hemos vivido, somos parte
de él pero no le pertenecemos y mucho menos a nuestras caídas que
se agradan cuanto más tiempo pasamos con ellas en el suelo.
Mi
deseo para hoy es decirte que no puedes continuar creyendo que no
tienes fuerzas, no te limites tú mismo, los consejos que muchas
veces nos han dado son para ponerlos em práctica; no puedo saber tu
situación pero sé de algo: VIVES!. Exacto,estás vivo em este
momento y no podemos dejar de luchar hasta nuestro último momento,
porque cuando expiremos no habrán vestígios de lo que hemos sufrido
pero también no habrán de lo que hemos vencido.