
Nuestra
vida puede representarse como esta flor, ahora tan roja y vivaz o
podría estar tan marchita y seca... cada uno sabe con qué tipo de
flor representarla.
A
la mayoría de las personas nos preocupa vernos bien y nos esforzamos
en algún sentido en cuidar nuestro semblante, la manera en como nos
vemos para los demás, pero cuando nuestro interior se desgasta o
sufre es difícil poner la misma dedicación y aún más... las
personas no suelen notarlo. Cuántas veces hemos recibido un elogio
por nuestra forma de vernos ya sea un nuevo peinado, ropa, sonrisa,
aroma, etc ;pero cuán pocas veces alguien nos paró para decirnos el
estado justo de nuestra alma o corazón, ya sea por un: Estás
triste, no decaigas, sé que estas atravesando una difícil situación
o cuán alegre está tu corazón, me importan tus decisiones... etc.
Cosas así no lo escuchamos a diario, mas bien una persona que
realmente nos conoce podría saberlo o bien alguien que siempre
buscamos: un verdadero amigo/a.
Este
fue el mes de la amistad, un mes con regalos, saludos y expresiones
de afecto, todo esto se ve tan especial en un sólo día que me
gustaría extenderlo por el resto del año, no quiero sentir tanto
afecto en un día, es todos los días que lo necesitamos; es todos
los días que una flor dentro nuestro va creciendo... o va muriendo.
Es
de mayor importancia que tu exterior, dar valor a tu alma, no
permitas que decaiga, que se oscurezca, se llene de cosas que te
alejan de quien quiere verte restaurado, sólo un amigo hay que sabe
cuando nadie ve, cuando nadie escucha, cuando nadie habla, lo que
llevas dentro, sólo uno hay capaz de cambiar lo que tienes, lo que
perdiste y sacarte de donde caíste, de compartir contigo una alegría
y aún más darte de la suya, de su paz, de su amor. Es el único
amigo que no necesita de un día especial para ser amado, para ser
conmemorado, Él es dueño de todos los días, de todo instante, de
todo suspiro tuyo, quien ve más allá de tu corazón. El es Cristo,
quien no sólo es capaz de ser amigo, Él es capaz de ser salvador
tuyo y saciar tu alma y volverla como una de las flores más
hermosas, porque para Él siempre serás de valor.
Ponte
a cuentas y pon a cuenta tu interior con ÉL.
"No hay mayor incomodidad que el hallarse indigno ante Dios."
Kathrin Konrad.